Como Hermanas de la Providencia, damos un rostro humano a la Providencia y testimoniamos el amor de Dios. Lo hacemos comprometiéndonos compasivamente con las personas pobres y vulnerables: aquellos cuyas necesidades básicas no están cubiertas, las víctimas de la injusticia, los rechazados, los marginados y los que no tienen voz.
Últimas noticias
- Formar nuevos ministros para servir a nuevos amigos en Filipinas
- Las Hermanas se unen a las familias para promover las vocaciones
- El Hospital St. Patrick celebra 150 años
- Formar a los líderes sanitarios del mañana en la Misión Providencia
- Reflexiones sobre los ministerios parroquiales en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en West Seattle
Conviértete en un puente de la Providencia entre Dios y el pueblo de Dios.
Si te sientes llamado a la vida religiosa, podemos ayudarte a explorar tus opciones y guiarte en el proceso de discernimiento.
Qué hacemos
Todos formamos parte de un gran todo: la sacralidad y la interconexión de nuestro Dios providente, nuestros vecinos y la Tierra. Lo que hacemos por uno, lo hacemos por el otro.