60 años: Dorothy Klingele, SP
Hermana María Borgia
A la hermana Dorothy Klingele siempre le han gustado la ciencia y la investigación, pero también le ha apasionado hablar con la gente. Le encantaba escribir y dar conferencias sobre genética y bioquímica, pero fue la interacción personal con médicos, enfermeras, administradores, personal, pacientes y sus familias lo que la convirtió en un icono del Providence Everett Medical Center.
Retirada desde 2008, la Hermana Dorothy celebra 60 años como Hermana de la Providencia junto a su compañera jubilar, la Hermana Naomi Hurd.v «Conozco a Naomi desde que éramos niñas, cuando crecíamos en Yakima», recuerda la Hermana Dorothy. Entraron juntos en la comunidad en 1951. «Sesenta años… Apenas puedo creerlo. Ha habido mucha felicidad, aventura y muchos interrogantes, sin respuesta. Lo celebraré como pueda con la gente que queda».
Doctorado en biología del desarrollo
Nacida en Yakima (Washington), se graduó en la St. Joseph Academy y recibió una beca para estudiar tecnología médica en el College of Great Falls (Mont.) Se trasladó al Seattle College, donde obtuvo la licenciatura en 1947. Hizo prácticas en el antiguo Hospital Providence de Seattle y luego trabajó dos años como única tecnóloga médica en una pequeña clínica de Yakima antes de entrar en la comunidad religiosa.
Uno de sus primeros ministerios, así como su último y favorito, fue en Everett, Wash. La hermana Dorothy fue supervisora de laboratorio en el Providence Hospital de Everett antes de volver a la universidad. Obtuvo un máster en bioquímica y un doctorado en biología del desarrollo en la Universidad de Notre Dame. La tarea docente para la que se estaba preparando nunca llegó a producirse. Cuando terminó sus estudios, el Colegio de Formación de Hermanas de Providence Heights, en Issaquah (Washington), estaba desapareciendo. «Nunca tuve la oportunidad de enseñar allí; ayudé a empaquetarlo», recuerda.
Impartió clases de genética y bioquímica
Continuó con un trabajo posdoctoral en genética humana en el Hospital del Sagrado Corazón de Spokane (Washington) y en el Hospital Infantil de Filadelfia. También trabajó en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oregón, en Portland (Oregón), con niños con síndrome de Down, y enseñó genética y bioquímica en el Fort Wright College de Spokane hasta su cierre.
La hermana Dorothy guarda gratos recuerdos de su trabajo como hermana representante en el Providence Everett Medical Center. El amor era mutuo. Hubo largas colas en 2005 cuando firmó ejemplares del libro en su centenario. Todavía le gusta volver para ver qué hay de nuevo en los dos campus.
«Me encanta la gente. La gente de Everett me ha ayudado a convertir mi vida en lo que es», afirma.