Noticias recibidas de Chile sobre el terremoto del 27 de febrero
Enviado por correo electrónico el 2 de marzo a la Superiora General Kathryn Rutan y al Consejo General
Esperamos que a todos les vaya bien. Reciban nuestro saludo y gratitud por cada uno de sus gestos de afecto y apoyo en estos momentos de dolor.
No ha sido fácil encontrar una conexión a Internet, por lo que la comunicación con ustedes ha sido lenta. Pero gracias a Dios, por fin pudimos localizarte por teléfono. Puedo confirmar que todas nuestras hermanas están sanas y salvas, así como los ancianos y los niños de nuestras residencias. Lamentablemente, no tenemos noticias de los familiares de las hermanas y estamos haciendo todo lo posible por ponernos en contacto con ellos. No hemos vuelto a tener contacto con nuestras hermanas de Concepción. Por eso, la hermana Cristina Urbina y la hermana Marcia Gatica irán a Concepción el próximo jueves para llevar comida y agua a las hermanas, sus familias y otras personas a las que puedan ayudar.
La tragedia del terremoto más fuerte jamás registrado y el consiguiente tsunami afectaron a la mayor parte de Chile, incluidas las regiones Quinta, Sexta, Séptima, Octava y Novena, así como el área metropolitana. Desgraciadamente, la situación se ha deteriorado aún más por un estallido de desórdenes entre la población, lo que aumenta nuestras penas y nuestro dolor. Antes veíamos a Chile como una nación unida y solidaria. Pero ahora podemos ver a un grupo de personas que se aprovechan del sufrimiento de los demás. Nos desgarra el corazón y lo único que podemos hacer es pedir a Dios que fortalezca a cada uno de nuestros hermanos y hermanas que son víctimas tanto de la naturaleza como de personas que se aprovechan de situaciones trágicas.
Os pedimos que sigáis rezando por Chile, y especialmente por un familiar de la hermana Natalia Barra, desaparecido durante el tsunami, y también para que podamos contactar pronto con las familias de nuestras hermanas de las que no tenemos noticias. No hemos tenido noticias de Haid Forrestal y Gladys Neira, que trabajan con nosotros y estaban de vacaciones con sus familias en las zonas afectadas.
Bueno hermanas, gran parte de Chile ha estado viviendo una profunda experiencia en este tiempo de Cuaresma. Al igual que Jesús, la gente atraviesa sus propios tramos de desierto, soledad, hambre y muchas tentaciones. Recemos, pues, para que nuestro Padre Providente y la Madre de los Dolores les concedan fuerza y fe para vivir estas pruebas con esperanza en la próxima Resurrección.
Con afecto, permanecemos unidos en la oración.
Nancy Arévalo S., SP
Secretario provincial
Provincia Bernard Morin