De nuevo otro terremoto, esta vez el 27 de febrero en Chile, donde las Hermanas de la Providencia han ejercido su ministerio en la Provincia Bernarda Morin desde 1853. ancianos y la atención de las necesidades sociales. «Todas nuestras hermanas se encuentran bien; nadie ha resultado herido como consecuencia del terremoto, las réplicas o el tsunami», informó la Superiora General, Kathryn Rutan, desde la casa madre de Montreal.
«Las hermanas están buscando maneras de ser de ayuda a aquellos que lo han perdido todo y, a pesar de las carreteras dañadas, están llevando comida y agua a Concepción y Linares y a otros lugares. Al mismo tiempo, llevan las oraciones, el amor y el apoyo de toda la comunidad Providencia a las hermanas y a las personas que han perdido tanto como consecuencia de este desastre natural», escribió la hermana Kathryn.
Los conventos donde viven las hermanas y las escuelas que dirigen en Chile han sufrido importantes daños. Una imagen que se ve a menudo en las noticias es la de la Iglesia de la Divina Providencia, que sufrió la pérdida de su campana y otros daños. Esta fue la primera iglesia que la Madre Bernarda, fundadora de las Hermanas de la Providencia en Chile, construyó en Santiago. Está cerca de la casa provincial de las hermanas en Avenida Providencia y ya no pertenece a la comunidad religiosa.
«En las imágenes de las personas que están viviendo las consecuencias de los terremotos en Haití y en Chile, podemos ver el rostro de un Dios Providente», escribió la Hermana Kathryn. «En sus acciones de compasión y apoyo mutuo, podemos sentir la presencia y el amor de Jesús. En medio de tanto sufrimiento, nuestras hermanas y hermanos haitianos y chilenos son ellos mismos evangelizadores y testigos del amor de Dios vivo en nuestro mundo. Con ellos, oramos, Providencia de Dios, esperamos en ti».