El significado de la Providencia
La Providencia describe la relación de Dios con el mundo. En la misión de las Hermanas de la Providencia, están llamadas a «proclamar la Providencia como presencia amorosa de Dios, vigilante sobre el universo creado, atenta a las necesidades de todos».
Devoción a Nuestra Madre de los Dolores

La devoción a Nuestra Madre de los Dolores es una de las tradiciones que definen a las Hermanas de la Providencia, nacida del dolor experimentado por Emilia Gamelin a la muerte de sus hijos y de su marido. Tras estas trágicas pérdidas, un sacerdote regaló a Emilie una imagen de María al pie de la cruz de su hijo Jesús. La invitó a rezar y a reflexionar. Emilia afirmaba: «Sólo encontré consuelo en la oración y en la contemplación de los Dolores de María».
En su camino, Emilia Gamelin comprendió que rezar a Nuestra Madre de los Dolores era, y sigue siendo, una manera de llevarnos a Jesús aceptando nuestro propio sufrimiento. Emilia resistió a la tentación de la autocompasión; optó, en cambio, por unir sus penas a las de Jesús. Su devoción a Nuestra Madre de los Dolores la impulsó a trabajar para aliviar todo tipo de miseria humana. Aquí es donde el carisma de las Hermanas de la Providencia toma su fuente: en «la manifestación de los misterios de la Providencia de Dios y de Nuestra Madre de los Dolores en el amor compasivo y la solidaridad profética creativa con los pobres».
Los Siete Dolores de María:
- La Profecía de Simeón en la Presentación del Niño Jesús en el Templo (Lucas 2: 34-35)
- La huida de la Sagrada Familia a Egipto (Mateo 2: 13-21)
- La pérdida del Niño Jesús durante tres días (Lucas 2: 41-51)
- Jesús se encuentra con María llevando su cruz (Lucas 23: 27-31)
- María al pie de la Cruz de Jesús (Juan 19: 25-27)
- Descendimiento de la Cruz (Mateo 27: 57-59)
- El entierro de Jesús (Juan 19: 40-42)
El Rosario de Nuestra Madre de los Dolores, el Stabat Mater y el Via Matris son expresiones de la devoción a Nuestra Madre de los Dolores.

Santos patronos de las Hermanas de la Providencia
- San Vicente de Paúl, patrón principal de las Hermanas de la Providencia
- San José, protector y proveedor de las hermanas
- Santa Isabel de Hungría, patrona de las ancianas y de los enfermos
- Santa Genoveva, patrona de los huérfanos
Oración a la Providencia
Providencia de Dios, creo en ti.
Providencia de Dios, espero en ti.
Providencia de Dios, te amo con todo mi corazón.
Providencia de Dios, te doy las gracias por todo.
Novena de la Beata Emilia Gamelin
Oración diaria (rezada cada día de la novena): Providencia de Dios, que diste a Emilia una caridad compasiva para con todos los que sufren, acuérdate de su fe, ilumina con tu luz el camino de los que te imploran por su intercesión, y glorifica muy pronto a tu fiel sierva la beata Emilia Gamelin. Amén.
Día 1: Dios Providencia, tú a quien Emilia conoció muy pronto en su vida, abre nuestros ojos a la luz de tu presencia y, siguiendo su ejemplo, haz que los pobres tengan siempre un lugar en nuestras vidas. Permítenos obtener el favor que solicitamos por su intercesión (tu petición de oración aquí)… si es tu Santa Voluntad. (recitar la oración diaria)
Segundo día: Dios providente, tú a quien Emilia aprendió a descubrir en los acontecimientos cotidianos: las alegrías, los sufrimientos, las penas y las soledades, haz que aprendamos, siguiendo su ejemplo, a encontrarte y a comprender tu amor hacia nosotros, pase lo que pase. Permítenos obtener el favor que solicitamos por su intercesión… si es tu Santa Voluntad. (recitar la oración diaria)
Tercer día: Dios providente, a quien Emilia aprendió a servir con total lealtad en los deberes de la vida cristiana y familiar y en una heroica aceptación de las pruebas inherentes a la condición humana, aprendamos a aceptar con fe, siguiendo su ejemplo, todo lo que constituye nuestra vida. Permítenos obtener el favor que solicitamos por su intercesión… si es tu Santa Voluntad. (recitar la oración diaria)
Cuarto día: Dios providente, tú a quien Emilia descubrió en los pobres y marginados y a quien quiso servir siendo providencia para ellos, siguiendo su ejemplo, permítenos estar siempre disponibles para ayudar a los demás en sus problemas. Permítenos obtener el favor que solicitamos por su intercesión… si es tu Santa Voluntad. (recitar la oración diaria)
Quinto día: Providente, Dios, tú a quien Emilia amaba, rezaba y alababa como autor de todos los dones, siguiendo su ejemplo, ayúdanos a amarte, rezarte y alabarte. Que todas nuestras peticiones encuentren en ti la realización de tu mayor gloria. Permítenos obtener el favor que solicitamos por su intercesión… si es tu Santa Voluntad. (recitar la oración diaria)
Sexto día: Dios providente, tú a quien Emilia quiso servir y amar en el santo estado del matrimonio y de la vida religiosa, siguiendo su ejemplo, permítenos vivir intensamente nuestra vida de bautizados allí donde nos encontremos. Permítenos obtener el favor que solicitamos por su intercesión… si es tu Santa Voluntad. (recitar la oración diaria)
Séptimo día: Dios providente, tú a quien Emilia reconoció en el huérfano, en el joven desempleado, en la pareja con problemas, en la soledad del enfermo, en el pobre sin techo, en el anciano sin amigos, permítenos consolar y dar nuestro tiempo para servirte a través de ellos, siguiendo su ejemplo. Permítenos obtener el favor que solicitamos por su intercesión… si es tu Santa Voluntad. (recitar la oración diaria)
Octavo día: Dios providente, tú a quien Emilia quiso amar cada día más, y también quiso amar de palabra y de obra, en la persona de todos sus hermanos y hermanas, siguiendo su ejemplo, haz que aprendamos a olvidar todo lo que causa dolor y a perdonar con toda serenidad. Permítenos obtener el favor que solicitamos por su intercesión… si es tu Santa Voluntad. (recitar la oración diaria)
Noveno día: Dios providente, tú a quien Emilia fue feliz de conocer, amar y servir en la tierra, siguiendo su ejemplo, permítenos caminar contigo en esta vida para encontrarte y glorificarte eternamente. Permítenos obtener el favor que solicitamos por su intercesión… si es tu Santa Voluntad. (recitar la oración diaria)
«Todo lo que sabemos del mañana es que la Providencia saldrá antes que el sol».
Lacordaire