25 de octubre de 2007
PARA PUBLICACIÓN INMEDIATA
CONTACTO: Jennifer Roseman, Directora de Comunicación y Desarrollo
(509) 474-2395 o (509) 994-5032
Para consultar la disponibilidad de fotos, póngase en contacto con Jennifer Roseman
Karen Bell, pionera del movimiento de cuidados paliativos en el estado de Oregón, ha sido elegida por las Hermanas de la Providencia para recibir el Premio Madre José 2007? Desde mediados de los años ochenta, Bell ha sido gerente/directora de los servicios de cuidados paliativos y paliativos de Providence Home and Community Services en Portland.
El premio anual se concede a una persona que «ejemplifica los valores y el coraje de la Madre Joseph», la primera superiora provincial de las Hermanas de la Providencia en Occidente. Se presentará a las 14.00 horas. Viernes, 30 de noviembre, en el Providence Portland Medical Center, sala HCC 1-2-3, seguido de una recepción.
La administración de Providence Home and Community Services, además de una serie de miembros del personal y otros líderes de hospicios, propusieron a Bell para este galardón. «Karen ha logrado una hazaña que prácticamente no tiene parangón», escribieron sus nominadores. «Ideó y construyó, desde los cimientos, un programa de cuidados paliativos que hoy atiende a 500 enfermos terminales cada día. Además, durante décadas ha sido defensora y líder a nivel local, estatal, regional y nacional de unos cuidados paliativos integrales, accesibles y de alta calidad.
«Sus nominadores nos dicen que su trabajo en el hospicio emula la labor de la Madre Joseph y de las Hermanas de la Providencia en el mundo de hoy», dice la Hermana Charlotte Van Dyke, miembro del Consejo Provincial que coordina el proceso de los premios. «La combinación de su visión para una atención superior al final de la vida, sus excelentes habilidades clínicas, su aguda perspicacia empresarial y su capacidad para crear un equipo trabajador y compasivo ha permitido a Providence atender a decenas de miles de pacientes y familias al final de la vida en el programa de cuidados paliativos más grande y diverso del estado de Oregón.»
A Bell también se le atribuye el mérito de haber actuado eficazmente como principal portavoz de los cuidados paliativos durante el debate público sobre el suicidio asistido por médicos en 1993-94, y de haber reunido a defensores y detractores de la Ley de Muerte Digna tras el fracaso de los intentos de derogar la ley. Ann Jackson, directora ejecutiva y consejera delegada de la Asociación de Hospicios de Oregón (OHA), Inc., afirma que «la bendición de Karen Bell nos ayudó a salir adelante tras un momento muy difícil». Bell fue miembro y presidente de la junta directiva de la OHA y recibió el premio Beth Wessinger por su dedicación y compromiso con el movimiento de cuidados paliativos en Oregón y por ser un mentor inspirador.
En palabras de la propia Karen «El principio fundamental es que la vida tiene sentido y valor hasta el final, independientemente de la condición física o el estado mental de la persona».
«Su vida ha confirmado este valor», afirma la Hermana Charlotte.