Rosalie Locati, SP – 60 años

Rosalie Locati, SP

Detallista Sr. El currículum de Rosalie Locati ocuparía unas cuantas páginas. Cabe mencionar sus 21 años en misión como directora y como Hermana recurso en el Providence Sacred Heart Medical Center. Es necesario referirse a su labor docente y vocacional en la escuela primaria. Y sería importante enumerar su pertenencia al Consejo de Regentes de la Universidad de Providence y a otros consejos de Providence.

Pero si se le pregunta por su ministerio favorito, señala con entusiasmo desenfrenado las relaciones de toda la vida que entabló trabajando en la pastoral universitaria del Centro Católico Newman Santo Tomás Moro de la Universidad Estatal de Washington (WSU).

«Durante la universidad, muchos estudiantes sientan las bases de su vida espiritual y, a menudo, desarrollan un compromiso de por vida con el servicio, la justicia y la compasión», afirmó la Hna. M. M. Rosalie. «Me siento bendecido por seguir formando parte de esa época formativa de tantos de ellos y por ver cómo han extendido su fe a su trabajo y a sus familias».

Y también cambiaron su vida.

«A medida que los jóvenes se plantean preguntas sobre su fe, pueden surgir cuestiones que yo no me habría planteado antes. Hace que tu propia fe se profundice».

Después de haber participado en los bautizos, primeras comuniones y confirmaciones de muchas de las familias de sus antiguos alumnos, ayuda ocasionalmente en la preparación al matrimonio de algunos de sus hijos jóvenes adultos.

En la actualidad, continúa su labor misionera para el Providence Sacred Heart Medical Center a tiempo parcial. Trabaja sobre todo con cuidadores, enviándoles notas personales, ofreciéndoles minirretiros, reflexiones sobre la oración y otros recursos de orientación y oración.

Sr. Rosalie considera que su mayor bendición como Hermana de la Providencia han sido las relaciones estrechas y continuas que ha establecido a lo largo de los años, empezando por su comunidad religiosa.

«Ha sido una gran alegría estar con tantas Hermanas de la Providencia, estar cerca de ellas y rezar con ellas. Llevo más de 20 años formando parte de mi comunidad local», afirma. «Pero también trabajando con Hermanas de otras provincias -en reuniones como los Capítulos Generales- he desarrollado estrechas amistades que han durado muchos años».

Cuenta con su familia italiana, a la que tiene muy unida, como una de sus muchas bendiciones. Recuerda que, al principio de su vida, pidió a Dios que la ayudara a ser una buena Hermana de la Providencia, sin plantearse siquiera si debía entrar en la vida religiosa o no. Y también aprecia las relaciones que ha desarrollado con muchos laicos de su parroquia y en sus diversos ministerios a lo largo de los años. Desde hace 19 años forma parte de un grupo de oración con ocho mujeres.

Por todo ello, la hna. Rosalie expresa un profundo sentimiento de gratitud.