
Las bendiciones que espero a medida que disminuyen las restricciones de COVID son la oportunidad de unirme a otros en la misa diaria en persona, de visitar a las hermanas de Emilie Court y a otras hermanas y amigos, de ver a la gente volver al trabajo y la apertura de negocios. -Annette Seubert, SP
Estoy deseando estar en persona con nuestra comunidad local, cenar con la familia y los amigos y asistir a la misa dominical en la Catedral con mi comunidad de fe. Además, estoy impaciente por estar al lado de mis compañeros y de mi propio equipo. Una de las primeras prioridades es restablecer nuestros servicios de comidas a los sin techo, en persona, que hacemos mensualmente con seis organismos diferentes. Ha sido difícil no tener la oportunidad de prestar servicio a los demás. Estamos listos para empezar. -Susanne Hartung, SP
Lo que más me apetece cuando acabe todo esto es poder ir a la Residencia San José y celebrar la Eucaristía con las hermanas. Por supuesto, ¡será muy agradable poder ir al restaurante Huckleberry de nuevo para su especial de costillas de primera del sábado por la noche! -Virginia Miller, SP
Cuando se levanten las restricciones, estoy deseando estar juntos físicamente, poder dar un abrazo y comer juntos en nuestro comedor aquí en Emilie Court. Reunirse en Zoom está bien, pero quiero estar en una sala grande para las reuniones, lo que permite mejores conversaciones. Tenemos asuntos importantes que discutir. -Ida Mae Marceau, SP
Estoy deseando tener una conversación real, cara a cara, con un familiar, un miembro de la comunidad o un amigo especial. Sr. Mary Kaye
Cuando se suavicen las restricciones de COVID-19, me lanzaré de inmediato a la misión y propagaré entre los necesitados el recién creado Ministerio de Pastoral de Emigrantes e Itinerantes de la Archidiócesis de Lingayen (Filipinas). -Lucy M. Vásquez, SP
Estoy deseando volver a la oficina con regularidad, no llevar mascarilla todo el tiempo, volver a misa y abrazar de nuevo. -Jessica Taylor, SP
Sin duda ha sido un año diferente al estar aislado de muchas cosas que he dado por sentadas, como ir a misa y observar aves y mariposas con mis amigos. Aunque he asistido diariamente a la misa virtual, estoy ansioso por volver a los servicios en persona, donde no sólo puedo recibir el sacramento, sino también ver a mis amigos. -Sue Orlowski, SP
Estoy deseando ir a misa con la comunidad vietnamita, invitar a amigos a nuestra casa para comer y celebrar una gran fiesta, ¡así como tomar un helado con nuestras hermanas del SJR! -Hong Nga Nguyen, SP
Lo que más echo de menos y espero con impaciencia es poder pasear por nuestro barrio al aire libre y disfrutar viendo diferentes plantas, flores y paisajes; e ir a visitar a amigos y parientes. -Pauline Lemaire, SP
Lo que más me apetece es abrazar a las hermanas, cortarme el pelo, visitar a las hermanas del SJR y visitar a mis padres ancianos. -Rosa Nguyen, SP
Lo que más ilusión me hace poder hacer después de COVID-19: visitar a nuestras hermanas en la Residencia San José; ir a tiendas de segunda mano y poder probarme ropa; comer con amigos sin distanciamiento social; hacer un viaje por carretera por Washington y Oregón y poder pasar la noche con amigos. -Beatrice LaFramboise, SP
Estoy deseando celebrar cara a cara, con besos y abrazos, los cumpleaños y las fiestas más importantes de mi familia y mis amigos. Estoy deseando ver a nuestros sobrinos nietos, que tanto han cambiado durante este largo periodo de tiempo en el que tuvieron que permanecer en su burbuja. Me hace especial ilusión ver a mi hermana mayor, que vive al otro lado de la frontera, en Canadá. Espero con interés los ministerios en los que podemos ofrecer un toque tranquilizador. Espero con impaciencia que los viajes entre nuestra Casa Madre y cualquier parte del mundo vuelvan a ser posibles. -Katherine Smith, SP
Lo que más me apetece hacer cuando amainen las restricciones de COVID-19 es visitar a nuestras hermanas del SJR. ¡Quiero verlos y estar con ellos cara a cara en mi plena humanidad! La separación ha sido difícil. Rezo a diario por ellos, para que se mantengan sanos y en paz sabiendo que son muy queridos y apreciados. -Mary Wilson, SP
Lo que más espero es que, con la relajación de las restricciones, la gente de todo el mundo se dedique a compartir y a escuchar a los demás para que se produzca la comprensión de los diversos puntos de vista. Rezo especialmente por el pueblo de Estados Unidos. Estamos muy divididos y nos necesitamos mutuamente. Que Dios envíe su Espíritu Santo de paz y esperanza para bendecirnos a cada uno de nosotros. -DLC, SP