14 de noviembre de 2017
PARA PUBLICACIÓN INMEDIATA
CONTACTO: Jennifer E. Roseman, Directora de Comunicación y Desarrollo
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Un imperativo moral nos llama – a las Hermanas de la Providencia y a las Hermanas de Santo Domingo de Tacoma – a apoyar y hablar a favor de los Soñadores, participantes en el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). DACA es un camino de sentido común hacia la estabilidad para las familias, las comunidades y las economías locales, y una reafirmación de los valores estadounidenses. Poner fin a DACA causará un daño irreparable a familias y comunidades y obligará a 800.000 jóvenes inmigrantes traídos a este país a una edad temprana a volver a las sombras.
Este es el único hogar que muchos de los Soñadores han conocido. No podemos quedarnos de brazos cruzados viendo cómo se les expulsa de Estados Unidos y se les envía a vivir a países donde puede que ni siquiera conozcan la cultura o el idioma. Los Dreamers simplemente quieren vivir libremente, recibir educación, encontrar un trabajo significativo y algún día convertirse en ciudadanos permanentes de Estados Unidos. ¿No es ése el sueño americano que todos compartimos?
Los valores evangélicos y la doctrina social católica dejan clara nuestra responsabilidad. Es nuestro imperativo moral ofrecer hospitalidad al extranjero, cuidar de los inmigrantes y los niños, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Junto con cientos de otras comunidades religiosas, nos comprometemos a apoyar activamente a los inmigrantes DACA que viven, trabajan y estudian en ciudades de todo Estados Unidos.
Nos unimos a la Conferencia de Liderazgo de Mujeres Religiosas (LCWR) en el compromiso de «continuar solidarizándonos con las familias, independientemente de su estatus migratorio, que trabajan diariamente para proporcionar seguridad y protección a sus hijos. Seguiremos caminando con los Dreamers y, junto con las personas de buena voluntad, trabajaremos para garantizar que la dignidad de todas las personas esté plenamente protegida.» LCWR es una asociación de líderes de congregaciones de religiosas católicas en Estados Unidos. La Conferencia cuenta con cerca de 1.300 miembros que representan a más de 38.800 religiosas.
No se trata de un terreno nuevo para nosotras; las hermanas católicas tienen una larga historia de acompañamiento a inmigrantes y refugiados en su lucha contra los efectos devastadores de un sistema de inmigración defectuoso y roto. Alzamos nuestras voces para informar y educar a los demás sobre la difícil situación de estos jóvenes, e instamos a los demás a que también se pronuncien. Pedimos a nuestro presidente que no abandone el programa DACA, e imploramos a nuestros miembros del Congreso que dejen de lado las diferencias políticas y creen una medida bipartidista para restablecer las protecciones para DACA y sus Dreamers.
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Las Hermanas de la Providencia y las Hermanas de Santo Domingo de Tacoma tienen una relación de alianza, un vínculo sagrado creado al abrazar el futuro con esperanza. Ambas comunidades conservan sus propias identidades y misiones.